ANIMALES

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divendres, 5 de febrer del 2010

ORNITORRINCO

El ornitorrinco (Ornithorhynchus anatinus) es una especie de mamífero semiacuático endémico del este de Australia y de la isla de Tasmania. Junto con las cuatro especies de equidna, es una de las cinco especies que perviven en la actualidad del orden de los monotremas, únicos mamíferos actuales que ponen huevos en lugar de dar a luz crías vivas. Es el único representante vivo de la familia Ornithorhynchidae y del género Ornithorhynchus.

La extraña apariencia de este mamífero ponedor de huevos, venenoso, con hocico en forma de pico de pato, cola de castor y patas de nutria desconcertó a los naturalistas europeos cuando se lo encontraron por primera vez, llegando incluso a ser considerado por algunos como una elaborada falsificación.Es uno de los pocos mamíferos venenosos; los machos tienen un espolón en las patas posteriores que libera un veneno capaz de producir un dolor intenso a los humanos. Sus características únicas lo convierten en importante sujeto de estudio en el campo de la biología evolutiva, así como un símbolo reconocible e icónico de Australia; ha aparecido como mascota en acontecimientos nacionales y aparece al dorso de la moneda de 20 céntimos australiana. El ornitorrinco es el emblema animal del estado de Nueva Gales del Sur.

Hasta principios del siglo XX se lo cazaba por su piel, pero actualmente está protegido en todo su ámbito de distribución. A pesar de que los programas de reproducción en cautividad han tenido un éxito bastante limitado y que es una especie vulnerable a los efectos de la contaminación, no se considera que se encuentre bajo amenaza inmediata.


    Taxonomía y etimología

    Cuando el ornitorrinco fue descubierto por primera vez por los europeos en 1798, el capitán John Hunter, segundo gobernador de Nueva Gales del Sur, envió un bosquejo y la piel de un ejemplar a Gran Bretaña. A la vista de tan extraño animal, los científicos británicos creyeron encontrarse ante una broma pesada. George Shaw, que en 1799 hizo la primera descripción del ornitorrinco en la revista Naturalist's Miscellany, afirmó que era imposible no haber mostrado dudas sobre su autenticidad y Robert Knox creyó que podría haber sido creado por algún taxidermista asiático. Se creía que alguien había cosido el pico de un pato al cuerpo de un animal parecido a un castor. Shaw incluso utilizó unas tijeras para comprobar si había suturas en la piel disecada.

    Su nombre común en inglés, Platypus, es un término latinizado derivado de las palabras griegas πλατύς (platys, plano, ancho) y πους (pous, pie), «pie plano». Shaw se lo asignó como un nombre de género linneano cuando lo describió por primera vez (siendo el nombre de la especie Platypus anatinus), pero pronto se descubrió que ese nombre de género ya pertenecía a unos escarabajos de la madera (género Platypus). En 1800 fue descrito de manera independiente como Ornithorhynchus paradoxus por Johann Blumenbach, a partir de un ejemplar que le entregó Sir Joseph Banks,y, siguiendo las reglas de prioridad de nomenclatura, posteriormente se lo reconoció oficialmente como Ornithorhynchus anatinus.

    El nombre científico se forma con Ornithorhynchus, que deriva de la palabra griega ornithorhynkhos (ορνιθόρυνχος), que significa literalmente «hocico de pájaro»; y anatinus, que en latín significa «semejante a un pato». El nombre común en español proviene también del griego ornithorhynkhos.

    Morfología

    Primer plano en el que se aprecia su distintivo hocico.

    Por lo general es de un color marrón intenso en la espalda y los lados de la cabeza, cuerpo y parte superior de las patas; la región ventral es de un color rubio o gris sedoso. El cuerpo y la ancha cola plana están cubiertos con un pelaje espeso que retiene una capa de aire aislante que mantiene al animal caliente. La cola es similar a la del castor, pero a diferencia de éste, que la emplea para propulsarse, el ornitorrinco sólo la utiliza para maniobrar en el agua; asimismo utiliza la cola como almacén de reservas de grasa, una adaptación que también presentan animales como el diablo de Tasmania (Sarcophilus harrisii).Tiene patas palmeadas y un gran hocico ancho y plano, cubierto de una piel suave y de aspecto similar a goma húmeda; estos rasgos son más parecidos a los encontrados en un pato que a los encontrados en cualquier mamífero conocido. La membrana que posee entre los dedos de las patas delanteras es mayor que la de las posteriores y sobrepasa el extremo de los dedos para conseguir mayor superficie de empuje, ya que es con las extremidades anteriores con las que se desplaza durante el buceo. Cuando se desplaza por tierra pliega dicha membrana hacia atrás, dejando expuestas sus fuertes uñas

    A diferencia del pico de las aves, en el que las partes superior e inferior se separan para revelar la boca, su hocico es un órgano sensorial con la boca en la parte inferior. Los orificios nasales están situados en la superficie dorsal del hocico, mientras que los ojos y las orejas se encuentran en un surco situado justo detrás del hocico; este surco se cierra cuando el animal nada. Tiene aproximadamente la mitad de receptores olfativos que la mayoría de los mamíferos, sin embargo cuenta con la habilidad de oler bajo el agua, adaptación valiosa durante su búsqueda subacuática de alimento. Los investigadores piensan que esta habilidad puede haberse ganado cuando el linaje de los ornitorrincos experimentó una expansión en los genes que codifican para cierto receptor de olor llamado receptor vomeronasal. Se ha escuchado a ornitorrincos emitir un gruñido grave cuando se los molesta, y en ejemplares en cautividad se han registrado varios tipos de vocalizaciones.

    Dimensiones promedio

    Peso (kg)Longitud (cm)
    CuerpoColaPico
    Macho1,0 - 2,445 - 6010,5 - 15,35,8
    Hembra0,7 - 1,639 - 558,3 - 12,0

    El peso varía considerablemente, entre 700 y 2.400 g, y los machos son más grandes que las hembras: los machos miden, en promedio, unos 50 cm mientras que las hembras miden unos 43 cm. Hay diferencias significativas en el tamaño medio de una región a otra. Estas diferencias no parecen seguir ninguna regla climática concreta y podría deberse a otros factores ambientales como los predadores o la presencia de humanos.

    Mantiene una temperatura corporal de 31-32 °C, que contrasta con los 38 °C típicos de los mamíferos placentarios. Las investigaciones sugieren que se trata de una adaptación gradual a condiciones ambientales duras por parte del reducido número de especies supervivientes de monotremas, y no de una característica histórica de los mismos.

    Las crías tienen molares tricúspides que pierden antes o justo después de dejar la madriguera donde han nacido;los adultos, en cambio, tienen en su lugar fuertes placas queratinosas. Su mandíbula está configurada de manera diferente a la de otros mamíferos y el músculo que la abre es diferente.Como en todos los mamíferos verdaderos, los pequeños huesos que conducen el sonido al oído medio están plenamente incorporados al cráneo, en lugar de estar en la mandíbula, como en los cinodontes y otros sinápsidos premamíferos. Sin embargo, la abertura externa del oído todavía permanece en la base de la mandíbula.El ornitorrinco tiene siete vértebras cervicales, el número habitual en los mamíferos, sin embargo cuenta con huesos adicionales en la cintura escapular, incluida una interclavícula, que no se encuentra en otros mamíferos, y muestra algunos rasgos reptilianos en su esqueleto.También tiene un andar semejante a los reptiles, con las patas situadas en los lados del cuerpo, no debajo.

    Veneno

    El espolón calcáneo de las patas posteriores de los machos puede inyectar veneno.

    Aunque tanto los machos como las hembras nacen con espolones en el tobillo, sólo los del macho liberan veneno, compuesto principalmente por proteínas similares a defensinas (DLP), tres de las cuales son únicas en el ornitorrinco. Las defensinas son producidas por su sistema inmunitario. A pesar de que el veneno es lo suficientemente potente como para matar animales pequeños, o incluso perros, no es letal para los humanos, aunque tras una picadura pronto aparece un edema alrededor de la herida que se extiende gradualmente por el miembro afectado y causa un dolor tan intenso que ni siquiera puede ser calmado con morfina.[21] [22] La información obtenida de los estudios de caso y pruebas anecdóticas indica que el dolor se transforma en una hiperalgesia de larga duración que persiste durante días o incluso meses. El veneno se produce en las glándulas crurales del macho, unas glándulas alveolares en forma de riñón conectadas al espolón calcáneo de ambas patas posteriores a través de un conducto con paredes delgadas. Las hembras, al igual que en los equidnas, nacen con púas rudimentarias que no se desarrollan y calientes de que lleguen a alcanzar un año de edad y carecen de glándulas crurales funcionales.

    El veneno parece tener una función diferente a la del producido por especies no mamíferas; sus efectos no suelen ser letales, pero son lo bastante potentes como para debilitar seriamente a la víctima. Puesto que sólo los machos producen veneno y la producción aumenta durante la época de apareamiento, se teoriza que es utilizado como arma ofensiva para hacer valer su dominio durante este período.

    Electrolocalización

    Los monotremas son los únicos mamíferos de los que se sabe que tienen un sentido de electrorrecepción; localizan sus presas, en parte, mediante la detección de campos eléctricos generados por las contracciones musculares de éstas. La electrorrecepción del ornitorrinco es la más sensible de todos los monotremas.

    Ilustración realizada por John Gould (1863).

    Los electrorreceptores están situados en hileras rostrocaudales en la piel del hocico, mientras que los mecanorreceptores (que detectan el tacto) están distribuidos uniformemente por el hocico. La zona electrosensible de la corteza cerebral se encuentra en el área somatosensorial táctil, y algunas células corticales reciben estímulos tanto de los electrorreceptores como de los mecanorreceptores, lo que sugiere una asociación estrecha entre los sentidos de electrorrecepción y del tacto. Tanto los electrorreceptores como los mecanorreceptores del hocico dominan el mapa somatotópico de su cerebro, del mismo modo que las manos humanas dominan el mapa del homúnculo cortical de Penfield.

    Puede determinar la dirección de una fuente eléctrica, posiblemente comparando diferencias en la intensidad de la señal a lo largo de la capa de electrorreceptores. Esto explicaría el movimiento característico de la cabeza del animal de un lado a otro cuando sale a cazar. La convergencia cortical de los estímulos electrosensoriales y táctiles sugieren la existencia de un mecanismo para determinar la distancia de las presas que, cuando se mueven, emiten tanto señales eléctricas como pulsos de presión mecánicos, lo que también permitiría calcular la distancia a partir de la diferencia en el tiempo de llegada de las dos señales.

    El ornitorrinco no busca alimento mediante la vista o el olfato, cierra sus ojos, oídos y nariz cuando se zambulle, y excava con el hocico en el fondo de riachuelos. Los electrorreceptores de su hocico detectan los pequeños movimientos de sus presas al distinguir los objetos animados de los inanimados en esta situación en que los mecanorreceptores están constantemente estimulados.Las presas generarían minúsculas corrientes eléctricas con sus contracciones musculares que podrían ser detectados por sus sensibles electrorreceptores. Se ha demostrado experimentalmente que el ornitorrinco reacciona ante un «camarón» artificial si se hace pasar una corriente eléctrica débil a través de él.

    Ecología y comportamiento

    Ornitorrinco en su medio natural.

    Es un animal semiacuático y vive en pequeños riachuelos y ríos en un área biogeográfica que cuenta con una amplia variedad de hábitats y climas, que va desde las frías zonas montañosas de Tasmania y los Alpes Australianos hasta las selvas tropicales de las costas de Queensland.[11] No se tiene conocimiento de su distribución en el interior australiano; se extinguió en Australia Meridional, salvo una población introducida en la isla Canguro entre 1929 y 1946 que todavía mantiene poblaciones activas,y ya no habita en gran parte de la cuenca Murray-Darling, posiblemente debido al declive de la calidad del agua provocado por la tala de árboles y la irrigación a gran escala.A lo largo de los sistemas fluviales costeros, su distribución es impredecible; parece estar ausente de algunos ríos relativamente sanos, pero continúa viviendo en otros que están bastante degradados (como el curso bajo del río Maribyrnong).

    En cautiverio algunos ejemplares han sobrevivido hasta los diecisiete años de edad y han sido capturados ejemplares silvestres con una edad de once años. La tasa de mortalidad de los adultos en estado salvaje parece ser baja. Entre sus predadores naturales se encuentran las serpientes, la rata de agua australiana (Hydromys chrysogaster), varanos, halcones, búhos y águilas. Las pequeñas poblaciones del norte de Australia se deben posiblemente a la depredación de los cocodrilos.[34] La introducción del zorro rojo como predador para el conejo puede haber tenido cierto impacto en el número de ornitorrincos en el continente. Por regla general es un animal nocturno y crepuscular, sin embargo hay individuos activos durante el día, particularmente cuando el cielo está cubierto. Suele habitar ríos elevados y las zonas ribereñas, tanto por la disponibilidad de presas como de bancos de arena donde excavar madrigueras para anidar y descansar.Un ejemplar puede abarcar un territorio de un radio de hasta siete kilómetros y, en el caso de los machos, dicho territorio solapa el de tres o cuatro hembras.

    El ornitorrinco es muy difícil de avistar incluso en la superficie de un río.

    El ornitorrinco es un nadador excelente y pasa gran parte del tiempo en el agua buscando alimento. Cuando nada, puede distinguirse de otros mamíferos australianos por la ausencia de orejas visibles.Una de sus características, única entre los mamíferos, es que nada impulsándose en el agua batiendo alternativamente las patas delanteras; aunque sus cuatro patas están palmeadas, las posteriores, que pliega contra el cuerpo, no contribuyen al impulso sino que sirven para la dirección, en combinación con la cola.Es una especie homeoterma que mantiene su temperatura corporal en torno a 32 °C (inferior a la de la mayoría de mamíferos) incluso cuando busca alimento durante horas en aguas por debajo de los 5 °C.

    Normalmente sus inmersiones duran unos 30 segundos; pueden durar más pero pocas superan su límite aeróbico estimado de 40 segundos. Para recuperarse de sus inmersiones pasa entre 10 y 20 segundos en la superficie del agua.El ornitorrinco es carnívoro; se alimenta de anélidos, larvas de insectos, camarones de agua dulce y cangrejos de río que extrae del fondo fluvial escarbando con el hocico o que caza mientras nada. Utiliza unos sacos maxilares para almacenar su alimento junto con piedras de pequeño tamaño que le ayudan a triturarlo. Una vez que los sacos están llenos, o cuando captura una presa de mayor tamaño, asciende a la superficie para ingerir las capturas. Necesita comer aproximadamente un 20% de su peso cada día. Esto implica que tiene que pasar una media de 12 horas al día buscando alimento.Cuando no se encuentra dentro del agua, se retira a una pequeña y recta madriguera de reposo, de corte transversal oval, situada casi siempre en la orilla un poco por encima del nivel del agua, y a menudo escondida bajo una maraña protectora de raíces.

    Reproducción

    Cuando los europeos descubrieron al ornitorrinco, los científicos estaban divididos sobre la cuestión de si la hembra ponía huevos. Este hecho no fue confirmado hasta 1884, cuando W. H. Caldwell fue enviado a Australia, donde, después de una intensa investigación ayudado por un equipo de 150 aborígenes, consiguió encontrar algunos huevos. Consciente del elevado precio de enviar un telegrama al Reino Unido basado en el coste por palabra, Caldwell envió un célebre y lacónico mensaje a Londres: «Monotremes oviparous, ovum meroblastic» (Monotremas ovíparos, huevo meroblástico).Es decir, los monotremas ponen huevos, y los huevos se asemejan a los de los reptiles en el hecho que sólo una parte del huevo se divide durante el desarrollo.

    La especie sólo tiene un período de apareamiento; después de un complicado cortejo que termina con la pareja nadando unida describiendo círculos lentamente, mientras el macho sujeta con el pico la cola de la hembra, la copulación se produce entre junio y octubre, con una cierta variación local a lo largo de su área de distribución. La observación histórica, los estudios basados en el marcaje y la recaptura, e investigaciones preliminares de genética de poblaciones indican la posibilidad que haya miembros permanentes y temporales en las poblaciones, y sugieren un sistema de apareamiento poligínico. Se cree que las hembras se vuelven sexualmente activas durante su segundo año de vida, y se ha confirmado que animales de más de nueve años de edad todavía se aparean.

    Fuera de la temporada de apareamiento, el ornitorrinco vive en una sencilla madriguera de tierra, con la entrada unos 30 cm por encima del nivel del agua. Después del acoplamiento, la hembra construye una madriguera más profunda y elaborada de hasta 20 metros de longitud, y la tapona a intervalos, quizás como protección contra la subida del nivel del agua o contra predadores, o como método de regulación de la humedad y la temperatura.El macho no desarrolla ningún papel en la cría de la descendencia, y se retira a su madriguera. La hembra recubre y acolcha la tierra de la madriguera con hojas muertas y húmedas y llena el nido al final del túnel con hojas muertas y cañas para realizar la cama, donde incubará sus huevos. Arrastra este material al nido enroscándolo con su cola.

    Las hembras tienen un par de ovarios, pero sólo el izquierdo es funcional. Ponen entre uno y tres (generalmente dos) huevos pequeños y coriáceos (parecidos a los de los reptiles), que miden unos 11 mm de diámetro y son un poco más redondeados que los de las aves. Los huevos se desarrollan en el útero durante unos 28 días, con sólo unos 10 días de incubación externa (a diferencia de los huevos de gallina, que pasan un día en el tracto y tres semanas en el exterior). Tras la puesta de estos huevos pegajosos y de cáscara fina, la hembra se acurruca a su alrededor sosteniéndolos contra su vientre con la cola.El período de incubación se divide en tres partes. En la primera el embrión carece de órganos funcionales y se mantiene gracias al saco de vitelo. El vitelo es absorbido por la cría en desarrollo. Durante la segunda se desarrollan los dedos, y en la última aparece el «diente de huevo».

    Los recién nacidos son vulnerables, ciegos y sin pelo, y son alimentados con la leche de la madre. Aunque posee glándulas mamarias, carece de pezones; la leche se libera a través de los poros de la piel. La hembra tiene unos surcos en el abdomen que forman balsas de leche que permiten a las crías lamerla.Tras la eclosión, las crías son amamantadas durante tres o cuatro meses. Durante la incubación y el período de lactancia la madre inicialmente sólo deja la madriguera por períodos cortos de tiempo para buscar alimento. Cuando lo hace, crea una serie de delgados tapones de tierra a lo largo de la madriguera, posiblemente para proteger a las crías de los predadores; cuando empuja estos tapones durante el regreso, le absorben el agua del pelaje, lo que permite que la madriguera permanezca seca. Transcurridas unas cinco semanas, la madre empieza a pasar más tiempo separada de las crías y, cuando tienen unos cuatro meses, abandonan la madriguera. Los ornitorrincos nacen con dientes, pero se les caen a una edad muy temprana, dejando unas placas córneas con las que muelen la comida.

    Evolución

    Esqueleto de ornitorrinco.

    El ornitorrinco y el resto de monotremados eran muy poco conocidos, y algunos de los mitos del siglo XIX que se inventaron respecto a ellos (por ejemplo que eran «inferiores» o casi reptilianos) todavía perduran.En 1947, William King Gregory teorizó que los mamíferos placentarios y los marsupiales podrían haber divergido antes y que una ramificación posterior dividió los monotremas y los marsupiales, pero las investigaciones posteriores y los descubrimientos fósiles han demostrado que la hipótesis era incorrecta. De hecho, los monotremas modernos son los supervivientes de una ramificación temprana del árbol de los mamíferos, y se cree que una divergencia posterior condujo a los grupos de los marsupiales y los placentarios. El reloj molecular y la datación de fósiles apuntan a que la separación de los ornitorrincos de los equidnas se produjo hace aproximadamente 19-48 millones de años.

    El fósil más antiguo descubierto de ornitorrinco moderno data de hace unos 100.000 años, durante el período Pleistoceno. Los monotremas extintos (Teinolophos y Steropodon) estaban estrechamente relacionados con el ornitorrinco moderno. Un Steropodon fosilizado fue descubierto en Nueva Gales del Sur, consistente en un maxilar inferior opalizado con tres dientes molares (mientras que el ornitorrinco adulto moderno carece de dientes). Inicialmente se creyó que los molares eran tribosfénicos, cosa que habría apoyado una variación de la teoría de Gregory, pero investigaciones posteriores sugirieron que, a pesar de tener tres cúspides, evolucionaron en un proceso separado.Se cree que el fósil tiene unos 110 millones de años de antigüedad, lo que significa que este animal parecido al ornitorrinco vivía en el período Cretácico, lo que lo convierte en el fósil de mamífero más antiguo descubierto en Australia. Monotrematum sudamericanum, otro pariente fósil del ornitorrinco fue descubierto en Argentina, lo que indica que los monotremas estaban presentes en el supercontinente de Gondwana cuando los continentes de Sudamérica y Australia estaban unidos vía la Antártida.

    Debido a la divergencia temprana de los mamíferos terios y el reducido número de especies vivientes de monotremas, el ornitorrinco es un importante y frecuente sujeto de estudio en el campo de la biología evolutiva. En 2004 investigadores de la Universidad Nacional de Australia descubrieron que tiene diez cromosomas sexuales, en contraste con los dos (XY) de la mayoría de los mamíferos (por ejemplo, un macho siempre será XYXYXYXYXY) A pesar de que se les da la designación XY de los mamíferos, los cromosomas sexuales del ornitorrinco son más similares a los cromosomas sexuales ZZ/ZW de las aves. Su genoma también tiene genes tanto reptilianos como mamiferoides asociados con la fertilización de los huevos. Dado que carece del gen SRY que determina el sexo en los mamíferos, todavía no se conoce el proceso de determinación del sexo del ornitorrinco. El 8 de mayo del 2008 se publicó una versión preliminar de su secuencia genómica en la revista Nature, que mostraba elementos tanto de reptiles como de mamíferos, así como dos genes que anteriormente sólo se habían descubierto en aves, anfibios y peces. El estudio encontró que más del 80% de sus genes son comunes a los mamíferos de los que se han secuenciado los genes, y que el genoma del ornitorrinco, como el animal en sí, es una amalgama de ancestros reptilianos y características derivadas de los mamíferos.

    Estado de conservación

    Excepto por su desaparición del estado de Australia Meridional, el ornitorrinco ocupa la misma distribución general que antes de la colonización europea de Australia. Sin embargo se han documentado cambios locales y la fragmentación de su distribución debido a la modificación de su hábitat por parte de los humanos. Por otro lado, su abundancia actual e histórica no es muy conocida y probablemente ha sufrido un declive de sus poblaciones, a pesar de que todavía se lo considera común en la mayor parte de su distribución actual. La especie fue intensamente cazada por su piel hasta los primeros años del siglo XX y, a pesar de estar protegida en toda Australia a partir de 1905,hasta 1950 todavía corría el peligro de ahogarse en las redes de los pesqueros de interior. El ornitorrinco no parece correr un peligro inmediato de extinción gracias a las medidas de conservación adoptadas, pero podría verse afectado por la destrucción de su hábitat provocada por los embalses, la irrigación y la contaminación y por las muertes por ahogamiento al quedar atrapados en las redes y las trampas colocadas para la captura de peces y crustáceos. Existen estrictas normas que impiden su exportación, por lo que solamente se le puede encontrar, tanto en libertad como en cautividad, en territorio australiano.La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo lista como especie bajo preocupación menor en su Lista Roja, aunque algunos investigadores consideran que debería ser clasificada como «potencialmente vulnerable» debido a su dependencia de ambientes acuáticos amenazados por las sequías, el cambio climático y la degradación a causa de las actividades humanas.

    Ilustración de un ornitorrinco en un libro para niños publicado en Alemania en 1798.

    Los ornitorrincos sufren generalmente pocas enfermedades en estado salvaje; sin embargo en Tasmania existe una gran preocupación sobre el potencial impacto de una enfermedad causada por el hongo Mucor amphibiorum. La enfermedad (denominada «mucormicosis») sólo afecta a los ornitorrincos de Tasmania, y no ha sido observada en el resto del continente australiano. Los animales afectados pueden desarrollar desagradables lesiones cutáneas o úlceras en varias partes del cuerpo, como la espalda, la cola y las patas. La mucormicosis puede matarlos; la muerte viene provocada por infecciones secundarias y porque queda afectada la capacidad del animal para mantener su temperatura corporal y su eficiencia a la hora de buscar alimento. La Sección de Conservación de la Biodiversidad del Departamento de Industrias Primarias y Agua está colaborando con varios departamentos gubernamentales e investigadores de dos universidades australianas para determinar el impacto de la enfermedad sobre los ornitorrincos de Tasmania, así como el mecanismo de transmisión y la difusión de la enfermedad.

    La mayor parte del mundo conoció al ornitorrinco en 1939 cuando la National Geographic Magazine publicó un artículo sobre este sorprendente animal y los esfuerzos llevados a cabo para su estudio y cría en cautividad. Se trataba de una tarea difícil, y desde entonces sólo se ha conseguido criar con éxito unos pocos ejemplares. La figura más destacada de estos esfuerzos fue David Fleay, que puso en marcha un «ornitorrincuario» simulando un riachuelo dentro de un tanque en el Healesville Sanctuary en Victoria, donde consiguió el primer nacimiento con éxito de un ornitorrinco en cautividad en 1943. En 1972 encontró una cría muerta de unos cincuenta días de edad, que presumiblemente había nacido en cautividad, en su parque faunístico de Burleigh Heads en la Costa de Oro de Queensland.Healesville volvió a tener éxito en 1998 y de nuevo en 1999 con un tanque con un riachuelo similar al montado en los años 1940. El Zoo de Taronga de Sídney consiguió el nacimiento de gemelos en 2003, y hubo un nuevo nacimiento con éxito en 2006.

    Referencias culturales

    Moneda de 20 céntimos australiana con un ornitorrinco en el reverso.

    Dadas las singulares características del ornitorrinco, a veces se ha dicho, a modo de broma, que es una prueba de que Dios tiene sentido del humor (por ejemplo, al inicio de la película Dogma). Como símbolo de lo extraño se ha utilizado para algunas reflexiones filosóficas, como por ejemplo las de Umberto Eco en su obra Kant y el ornitorrinco (1997) o las de Thomas Cathcart en Platón y un ornitorrinco entran en un bar... La filosofía explicada con humor (2008).

    Su peculiar apariencia ha hecho que aparezca en muchos medios, especialmente en su Australia natal. Se ha usado en varias ocasiones como mascota: «Syd» el ornitorrinco fue una de las tres mascotas elegidas para los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, junto con un equidna y una cucaburra,«Expo Oz» lo fue en la Exposición Mundial de 1988 celebrada en Brisbane, y el ornitorrinco «Hexley» es la mascota del sistema operativo Darwin, de Apple, uno de los principales componentes en los que se basan Mac OS X e iPhone OS.

    Desde la introducción del sistema decimal en las monedas de Australia en 1966, la imagen decorada en relieve de un ornitorrinco figura en el reverso de la moneda de 20 céntimos. El ornitorrinco es el emblema animal del estado de Nueva Gales del Sur.

    También ha aparecido en algunos temas musicales como Platypus (I Hate You) de Green Day o Platypus de Mr. Bungle. Es protagonista de poemas infantiles de autores como el australiano Banjo Paterson o de la española Gloria Fuertes, y también aparece a menudo como personaje de programas de televisión para niños, como «la familia Ornitorrinco» de Mister Rogers' Neighborhood, o «Perry el Ornitorrinco» en el programa Phineas y Ferb de Disney

    divendres, 22 de gener del 2010

    CEBRA

    Introducción

    La palabra "cebra" no representa una realidad desde el punto de vista evolutivo, sino que agrupa artificialmente tres especies en función de un carácter (el abrigo rayado) que no es derivado, sino primitivo. Las rayas aparecen también en mayor o menor medida en las patas y lomo de los asnos y caballos salvajes, y se manifiestan más fuertemente en los híbridos, aunque entre los progenitores no haya ninguna cebra de por medio (caso de las mulas), evidenciando que la presencia de rayas es un carácter antiguo dentro del género Equus y no uno derivado propio de un subgrupo dentro de éste. Las cebras, simplemente, han ido un paso más allá en el desarrollo de unas rayas que ya poseían, mientras que los caballos y asnos han tendido a perderlas o al menos a enmascararlas.

    Aunque la taxonomía de las cebras sigue siendo dudosa, ciertos estudios, como el de Debra K. Bennett (publicado bajo el expresivo título Las rayas no hacen a la cebra),indican que la cebra de planicie y la de Grevy son especies hermanas, pero que la cebra de montaña está más emparentada con el caballo que con éstas. Dentro de los équidos actuales, el grupo tradicional formado por los asnos africanos y asiáticos sería el único con una historia evolutiva detrás que lo respalde. Es más pequeño que su pariente, el caballo, y muy parecido en aspecto y hábitos al asno salvaje.

    Las cebras son uno de los animales más conocidos de África, donde habitan en una variedad de ecosistemas, como llanuras de hierba, sabanas, regiones boscosas o con arbustos, montañas y cerros costeros. Son especialmente célebres por sus características rayas negras y blancas, que no sólo varían entre especies sino también de un individuo al otro, y por su crinera erecta. A diferencia de sus parientes más cercanos, los caballos y los asnos, las cebras nunca han sido realmente domesticadas.

    A excepción de algunas poblaciones de cebra común que habitan en el centro de Etiopía, las cebras viven únicamente en la mitad sur del continente africano. Aunque las regiones de dos especies diferentes pueden solaparse, no se cruzan debido al diferente número de cromosomas; las cebras de Grevy tienen cuarenta y seis, las cebras comunes cuarenta y cuatro y las cebras de montaña treinta y dos.

    Etimología

    Etimológicamente, la palabra cebra que utilizan los hablantes de castellano proviene de la palabra galaicoportuguesa zevra, que significa "asno salvaje". El nombre genérico Equus proviene del latín y significa "caballo". En cuanto a los nombres específicos, grevyi es en honor del Presidente de Francia Jules Grévy; quagga es el nombre dado por el pueblo Khoikhoi a estos animales; y zebra hace referencia a la palabra galaicoportuguesa mencionada más arriba.

    El nombre zevra deriva del nombre del "zebro" o "encebro" (Equus hydruntinus), una especie de asno salvaje, o quizás caballo salvaje similar al tarpán, de cuartos traseros rayados que habitó la Península Ibérica por lo menos hasta bastante avanzada la Edad Media. Cuando los portugueses empezaron a explorar el litoral africano y llegaron al Cabo de Buena Esperanza, a finales del siglo XV, encontraron unos equinos rayados que, por su forma y medida, les resultaron notablemente similares a las hembras de los zebros, por lo cual les dieron el nombre de zevras.

    Morfología

    Una de las características de las cebras es su crinera de pelos erectos.

    Aunque las rayas blancas y negras que presentan las cebras sea una característica común, las tres especies de cebra no tienen una relación más cercana entre ellas que la que tienen con otros animales del género Equus. Además, la característica común de las rayas tampoco es tan definitiva; una de las subespecies de cebra común, la extinta quagga sólo tenía rayas en el cuello. Por otro lado, hay otros perisodáctilos que también tienen rayas en las patas.

    A pesar de que tienen una morfología similar a la de los caballos, son más pequeñas, con un tamaño medio de 2,3 metros de longitud, 1,2-1,5 metros de alto en la cruz y un peso de aproximadamente 300 kilogramos, a pesar de que las cebras de Grévy pueden llegar a pesar hasta 450 kilogramos. En esta última especie, los machos y las hembras tienen un tamaño similar, pero en las cebras comunes y las cebras de montaña los machos son ligeramente más grandes.

    Las cebras tienen un total de cuarenta dientes: doce incisivos que utilizan para cortar y arrancar trozos de vegetación, cuatro caninos, doce premolares y doce molares, todos utilizados para moler el alimento antes de tragárselo.

    Las cebras tienen un excelente sentido de la vista. Se cree que pueden ver en color. Como muchos ungulados, las cebras tienen los ojos a los lados de la cabeza, dándole un amplio ángulo visual. Las cebras también tienen visión nocturna, a pesar de que no es tan avanzada como la de la mayoría de sus predadores, pero su buen oído lo compensa.

    Las cebras tienen un gran sentido del oído, y tienden a tener orejas más grandes y redondeadas que los caballos. Como los caballos y otros ungulados, las cebras pueden girar sus orejas en casi cualquier dirección. Además de una buena vista y oído, las cebras tienen un agudo sentido del gusto y un sentido del olfato muy sensible al humo, esencial para sobrevivir a los incendios.

    La esperanza de vida media de las cebras es de unos treinta años, a pesar de que pueden llegar a vivir hasta cuarenta años en cautividad. En estado natural, donde los predadores representan una amenaza constante para estos animales, la longevidad media es de aproximadamente doce años.

    Rayas

    Las cebras son animales negros con rayas blancas, y con una gran mancha blanca en el vientre que sirve para camuflarse.Algunas cebras tienen "rayas sombra" de color marrón entre las rayas blancas y negras.

    Hay tres razones por las cuales se considera que las cebras son negras con rayas blancas, y no al revés, ni tampoco que todas tienen una frecuencia diferente:

    1. Los équidos blancos no podrían sobrevivir en las llanuras y bosques de África.
    2. El quagga, una subespecie extinta de la cebra común, tiene las típicas rayas en la parte anterior del cuerpo, pero una parte posterior oscura.
    3. Cuando la región entre las rayas pigmentadas pasa a ser demasiado ancha, aparecen rayas secundarias, como si se estuviera debilitando la supresión.

    El hecho que algunas cebras tengan vientres y patas de color blanco puro no es una prueba muy concluyente de que son animales blancos, pues muchos animales de colores diferentes tienen vientres y patas de color blanco o un color claro.

    Una madre que cuida de su cría se camufla entre ramas secas.

    Además, las rayas de las cebras son ausentes en el feto, que es totalmente negro. Las rayas aparecen posteriormente, en bandas de unos 400 micrómetros (veinte veces la medida de una célula). Por lo tanto, las rayas son más anchas cuanto más grande es el animal, y crecen conjuntamente con el tamaño del cuerpo. Según Bard, las especies de cebras difieren en cuanto al estadio embrionario en que aparecen las rayas. Bard descubrió una cebra anormal, sin rayas; su pelaje negro tenía puntitos blancos, cosa que probaría que las rayas se forman por inhibición de la producción de melanina, y que por lo tanto la cebra es sin duda un équido negro con rayas blancas.

    Las rayas suelen ser verticales en la cabeza, cuello, paletillas y tronco, y horizontales por detrás y en las patas del animal. Los pasos de cebra toman su nombre de las rayas blancas y negras de las cebras.

    Algunos zoólogos creen que las rayas son un mecanismo de camuflaje. Este mecanismo funciona de varias maneras. Para empezar, las rayas verticales contribuyen a esconder la cebra entre las hierbas. A pesar de que esto puede parecer absurdo a primera vista, teniendo en cuenta que la hierba no es ni blanca ni negra, se supone que es efectivo contra el predador principal de las cebras, los leones, que son daltónicos. En teoría, una cebra que permanezca quieta entre hierbas altas podría pasar desaparcibida para un león. Además, como las cebras son animales gregarios, las rayas ayudan a confundir a los predadores – varias cebras que estén o que se muevan juntas pueden parecer un único y gran animal, haciendo que el león tenga problemas para elegir una sola cebra para atacar. Un rebaño de cebras que se dispersen para huir de un predador le parecerán una masa confusa de rayas verticales moviéndose en direcciones diferentes, haciendo que al predador le cueste seguir visualmente a un individuo que se separe de sus compañeros. Aún así, los biólogos no han observado nunca leones que parezcan confundidos por las rayas de las cebras.

    Se cree que las rayas también desempeñan un papel en el comportamiento sexual; ligeras variaciones de los patrones permiten que las cebras distingan a los diferentes individuos. En raras ocasiones, nacen cebras sin rayas, y estos ejemplares tienden a quedar separados del grupo; esto reforzaría la teoría de que estas rayas también tienen una función social.

    Una teoría más reciente, que cuenta con el apoyo de experimentos, sostiene que la coloración disruptiva también es un medio efectivo de confundir el sistema visual de la mosca tsé-tsé, chupadora de sangre. Otras teorías alternativas son 1º la que dice que las rayas coinciden con la distribución de grasa bajo la piel, sirviendo así de mecanismo termorregulador para la cebra, o 2º la que sostiene que cualquier herida perturba el patrón de rayas, indicando claramente el estado de forma de la cebra a potenciales parejas.

    Una leyenda africana intenta dar una explicación folclórica a las rayas de este équido:

    Hace mucho tiempo, las cebras no tenían las rayas blancas y negras que tienen hoy en día, sino que eran todas blancas. Cuando veían una cebra, algunos decían que se trataba de un cruce entre un caballo de color blanco y un burro, o quizás una mula. En aquel tiempo, la gente todavía intentaba domesticar a los caballos salvajes para poder cabalgarlos y lucirlos delante de todo el mundo, pues eran muy bellos.
    Las cebras tenían otro nombre porque eran diferentes de los caballos y las mulas. Pero era muy difícil capturar y entrenar una cebra. Un día, una cebra que todavía era muy joven se perdió y acabó dentro un poblado. La gente empezó a mirarla y a cuchichear, pensando como podrían capturarla.
    La cebra se asustó, y se dio cuenta de lo que le querían hacer. Empezó a correr mientras la gente entraba a casa a buscar una red para cazarla. Corrió y corrió, hasta que finalmente tuvo una idea. Encontró un bote de pintura negra y lo tumbó; la pintura se esparció en muchas rayas onduladas. La cebra se revolcó hasta que las rayas se le quedaron pintadas en el cuerpo, pensando que así quedaría fea y la gente no la querría capturar.
    La gente del pueblo la encontró, y vio lo que había hecho. Como pensaban que ya no era bella con todas aquellas rayas negras sobre el pelaje, la soltaron. Pronto, todas las cebras empezaron a hacer lo mismo para que la gente no las molestara. Con el paso del tiempo, ya no les hizo falta hacerlo, pues empezaron a nacer de esta manera. Pero ahora las rayas las hacían bellas.

    Dieta

    Alimento

    Un grupo de cebras paciendo en Zambia.

    Las cebras son mamíferos exclusivamente herbívoros que comen sobre todo por la mañana y por la tarde, reponiendo al mediodía. Son animales que se alimentan de hierba tosca, hojas y brotes. También comen corteza y ramitas.Su aparato digestivo bien adaptado les permite subsistir con una dieta de calidad nutritiva más baja que la que necesitan otros herbívoros, pero también es menos eficiente, lo que obliga a las cebras a pasarse más de la mitad del tiempo comiendo.

    Las cebras pueden moverse una veintena de kilómetros en un día en busca de alimento, pero al final del día suelen volver a su punto de origen. Aun así, las manadas de cebras hacen una migración anual mucho más importante, que coincide con la estación seca y que también hacen otros muchos mamíferos africanos y que representan un movimiento de centenares de miles de animales a la vez.

    Agua

    Las condiciones secas de los ecosistemas en que habitan las cebras hacen que se hayan adaptado a los periodos de aridez.

    Las cebras de Grevy son las que se mejor han adaptado a las condiciones de sequía. Para sobrevivir a la estación seca, en que la mayoría de ríos, estanques y otras fuentes de agua se secan, esta especie de cebra excava en el lecho de los ríos con sus pezuñas para encontrar agua.

    La cebra de montaña aprovecha las características de su hábitat para sobrevivir a los periodos secos. Cuando se secan las fuentes de agua de las cuales subsiste, esta especie simplemente migra a una altitud más alta, donde las temperaturas inferiores hacen que el vapor de agua se condense en forma de lluvia, nieve o rocío.

    La cebra común es la menos adaptada a la sequía. A diferencia de las otras dos especies, siempre necesita tener agua disponible, lo que la obliga a migrar de un lugar al otro según la estación en busca de recursos hídricos.

    Comportamiento

    Cebras en Tanzania.

    Como la mayoría de équidos, las cebras son altamente sociables. Aun así, su estructura social depende de la especie. Las cebras de montaña y cebras comunes viven en grupos, conocidos como "harenes", que consisten en un macho con hasta seis yeguas y sus potros. Los machos no dominantes o viven solos o con otros machos no dominantes, hasta que son suficientes grandes como para desafiar a un macho dominante. Cuando un grupo de cebras es atacado por hienas o perros salvajes, las yeguas se agrupan con los potros en el medio mientras el macho intenta ahuyentar a los atacantes.

    Cuando un macho rival intenta derrocar al macho dominante, éste lo desafía tocando la nariz del rival con la suya o frotando las espaldas contra las suyas. Esto es un tipo de demostración de fuerza destinada a asustar al rival. Si éste no cede, empiezan a pelearse, mordiéndose el cuello y las patas o, en casos extremos, dándose coces; estos combates son más peligrosos que la mayoría de combates de este tipo en el mundo animal, y una cebra puede acabar malherida.La jerarquía del grupo se refleja en el orden en que andan sus miembros; delante de todo, anda la yegua más vieja con sus potros, después vienen las otras hembras en orden de edad, también con sus potros, y el macho es el que cierra el grupo.

    A diferencia de las otras especies de cebra, las cebras de Grevy no tienen vínculos sociales permanentes. Los grupos de este tipo de cebras raramente permanecen juntos durante más de unos cuantos meses. Las crías permanecen con su madre, mientras que los machos adultos viven solos. Aun así, como en las otras dos especies, los machos no dominantes se organizan en grupos. En casos de escasez de comida, muchos miembros de esta especie se pueden congregar alrededor de una fuente de alimento, dando la impresión de que forman una manada.

    Durante el día, las cebras duermen de pie, como los caballos, y sólo duermen cuando tienen otros animales alrededor que las avisen de la presencia de predadores. De noche, en cambio, a menudo se tumban en tierra. Cuando reposan, igual que cuando se acicalan las unas a las otras, las cebras se ponen la una junto a la otra, pero al revés (es decir, cada cebra tiene su cabeza hacia el lado trasero de la otra cebra). Esto tiene varias ventajas: por un lado, permite que la cola de una cebra pueda espantar las moscas de la cara de la otra; por otro lado, ofrece a los animales un ángulo de visión de 360º.

    Andadura

    Una cebra caminando.

    Como los caballos, las cebras pueden andar, trotar, medio galopar y galopar. Al galope, pueden alcanzar una velocidad máxima de 55 km/h.Suelen ser más lentas que los caballos, pero su gran resistencia las ayuda a escabullirse de los predadores. Una cebra que esté siendo perseguida correrá en zigzag de un lado para otro para poner en dificultades al predador. En caso de que quede acorralada, la cebra se pondrá en posición rampante y dará coces y mordiscos a su atacante.

    Comunicación

    Las cebras se comunican la una con la otra con ladridos y gemidos agudos. Las cebras de Grevy emiten bramidos parecidos a los de las mulas. Las orejas de las cebras indican su estado de ánimo. Cuando una cebra está calmada, tensa o amistosa, sus orejas permanecen erectas. Cuando tiene miedo, se desplazan hacia adelante. Cuando se enfada, las orejas se desplazan hacia atrás. Cuando las cebras buscan predadores en un área, permanecen en una postura de alerta, con las orejas erectas, la cabeza alta y observando con atención. Si están tensas, emiten bufidos. Si una cebra detecta u oye la presencia de un predador, se pondrá a bramar bien fuerte.

    Reproducción

    Una yegua y su potro.

    Como en la mayoría de especies animales, las hembras llegan a la madurez sexual antes de que los machos, y pueden tener su primer potro a la edad de tres años. Los machos no pueden criar hasta que tienen cinco o seis años. Las yeguas pueden dar a luz a un potro cada doce meses, que es el tiempo que dura la gestación. Cuidan de las crías durante un máximo de un año. Como los caballos, las cebras son capaces de ponerse de pie, andar y mamar al poco de nacer.Al nacer, un potro de cebra es marrón y blanco en lugar de negro y blanco. Casi siempre nace un único potro, pero en ocasiones extremadamente raras pueden nacer gemelos.

    En el caso de las cebras de montaña y las cebras comunes, los potros son protegidos por su madre, así como por el macho y las otras yeguas del grupo. En cambio, los potros de cebra de Grévy sólo tienen a su madre como protectora habitual, pues, como se ha dicho más arriba, los grupos de esta especie se suelen dispersar después de unos cuantos meses. La protección de los potros es especialmente relevante para estos animales, pues las crías son una presa fácil para los predadores y la mitad de ellas no sobreviven al primer año de vida a pesar de los esfuerzos de su madre y del macho del grupo. Otro de los peligros que corren los potros es que se han observado infanticidios y feticidios entre las cebras, a pesar de que únicamente se ha observado este comportamiento en ejemplares en cautividad.

    Especies

    Una cebra de Grevy reposa estirada en la tierra.
    Dos cebras comunes en el Parque Nacional de Etosha.
    Una cebra de montaña de Hartmann alimentándose de hierba.

    Hay tres especies de cebras, que contienen un total de nueve subespecies, una de ellas, el quagga, extinta.

    Subgénero Dolichohippus

    Cebra de Grevy

    La cebra de Grevy(Equus grevyi) es la especie más grande de todas, con una medida de entre 2,5 y 2,75 metros de longitud y 1,45-1,6 metros de alto a la espalda. Pesa entre 350 y 440 kg. Otras diferencias de esta especie respecto a las otras son sus orejas grandes y el hecho de que sus rayas sean más estrechas. También se trata de la especie que puede resistir más tiempo sin beber agua.

    Subgénero Hippotigris

    Cebra común

    La cebra común (Equus quagga) es la especie más numerosa y extensa geográficamente. También es la que tiene más subespecies diferentes. Mide unos 2,3 metros de longitud y 1,4 metros de alto a la espalda, con un peso de casi 300 kg. Tiene una gran importancia dentro el ámbito del turismo en algunos de los países en los que habita, pues es uno de los animales africanos más famosos. Las poblaciones septentrionales tienen las rayas más bien definidas que las meridionales.

    Subespecies

    Cebra de montaña

    La cebra de montaña (Equus zebra) es una especie que vive en grupos pequeños y que, a diferencia de la cebra común, no se agrupa en manadas. Mide unos 2,2 metros de longitud y 1-1,4 metros de altura a la espalda. Su peso es de entre 240 y 370 kg. Tiene dos subespecies, una de las cuales, E. z. cebra presenta dimorfismo sexual, pues las hembras son más grandes que los machos. Vive en áridas zonas montañosas.

    Subespecies

    Difusión

    Originalmente, las cebras se extendían por cualquier parte de África. Aun así, se extinguieron del norte del continente en tiempos antiguos.

    En la actualidad, la cebra con la difusión más amplia es la cebra común. Viven desde las zonas de transición entre la sabana y el desierto del sur de Sudán y de Etiopía, pasando por la sabana de África oriental, hasta el sur y el suroeste del continente. Los hábitats de la cebra de Grevy son las tierras secas de arbustos y de hierba del este de África, en Kenia, Etiopía y Somalia. La cebra de montaña tiene una difusión mucho más reducida que las otras dos especies. Vive en altiplanos montañosos de Namibia y Sudáfrica, a altitudes de hasta 2.000 m.

    Salud

    Predadores y otras amenazas

    La única imagen existente de un quagga en vida. Se trata de la única subespecie extinguida de cebra, y desapareció a finales del siglo XIX.

    Los predadores principales de las cebras son los leones, las hienas manchadas y los cocodrilos. Los leones y las cebras mantienen sus poblaciones en equilibrio, pues los leones matan antes a las cebras viejas o enfermas que a las sanas y fuertes.

    Las armas y las técnicas de caza primitivas utilizadas tradicionalmente en África no eran lo bastante eficientes como para afectar de manera significativa a las poblaciones de cebras. Los nativos africanos las cazaban no sólo por su piel, sino también por su carne. Aun así, la situación cambió con la llegada de los colonizadores europeos y sus armas de fuego.

    Los humanos modernos han tenido un gran impacto sobre las poblaciones de cebras desde el siglo XIX. Las cebras son, y todavía son, cazadas principalmente por su piel. El quagga o cuaga, una subespecie de la cebra común, se extinguió antes de acabar el siglo XIX, mientras que la cebra de montaña del Cabo fue cazada casi hasta la extinción (en la década del 1930 ya quedaban menos de cien ejemplares). Desde entonces, la población ha crecido hasta aproximadamente setecientos individuos, gracias al esfuerzo para conservar la subespecie. Acualmente, ambas subespecies de la cebra de montaña están protegidas en parques nacionales, pero todavía se encuentran en peligro.

    La cebra de Grevy también está en peligro. La caza y la competición por parte del ganado han reducido drásticamente la población. Debido al reducido tamaño de la población, los peligros ambientales, como por ejemplo las sequías, fácilmente pueden afectar a la especie entera. Las cebras comunes son mucho más numerosas y tienen una población sana. Aun así, esta especie también está amenazada por la caza y la modificación de los hábitats provocada por la agricultura.

    Evolución

    Durante mucho tiempo se creyó que el primer antepasado directo de los équidos actuales era Hyracotherium, un pequeño perisodáctilo del Eoceno inferior y medio de América del Norte y Eurasia, pero actualmente se le ha clasficado dentro la familia de los paleotéridos, antepasados tanto de los équidos como de los brontoterios.Tenía un tamaño similar al de los zorros (250-450 mm de alto), con una cabeza y un cuello relativamente cortos y una espalda arqueada. Tenía cuarenta y cuatro dientes, con una fórmula dental típica de un mamífero que se alimenta desmochando las ramas o la parte superior de la hierba: tres incisivos, un canino, cuatro premolares y tres molares en cada lado del maxilar. Utilizaba sus muelas para moler las hojas blandas y los frutos de los que se alimentaba.

    Esqueleto de Hyracotherium vasacciensis.

    Cuando el clima cambió y se abrieron los bosques a principios del Oligoceno, empezaron a aparecer llanuras de hierba y prados. En respuesta al cambio del ambiente, los équidos también cambiaron y desarrollaron dientes más robustos, aumentaron el tamaño de su cuerpo y el de sus patas, convirtiéndose en animales más rápidos. El género norteamericano Mesohippus caminaba sobre tres dedos en cada pata; todavía conservaba el primer y el quinto dedo, pero no los usaba para andar. El tercer dedo era más fuerte y pesado que los otros. Sus patas largas y esbeltas permiten deducir que era un animal ágil y rápido. Una de las innovaciones de Mesohippus era que tenía seis dientes posteriores, una característica que conservarían todos los équidos posteriores.

    En el Mioceno tuvo lugar la transición de las formas primitivas de équidos a las formas modernas. Animales como por ejemplo Parahippus, Merychippus o Hipparion continuaron la evolución hacia unas patas tridáctiles. Los équidos habían continuado aumentando de tamaño y ya tenían unas dimensiones parecidas a las de un poni. Esta tendencia se completó con Pliohippus, morfológicamente muy similar a los Equus de hoy en día y que durante mucho tiempo fue considerado el antepasado directo. Se trataba de un veloz animal de estepas.

    Plesippus era un équido del tamaño de un caballo árabe originario del oeste de Norteamérica. Aparte de ser el antepasado prehistórico más cercano de los équidos actuales, este caballo del Plioceno destaca porque fue el que emprendió la expansión de América del Norte a Eurasia hace dos millones y medio de años. Esta migración sería finalmente la salvación de los équidos, pues todos los caballos americanos se extinguieron hace aproximadamente 11.000 años junto con otros muchos grandes mamíferos. Las causas de esta extinción siguen siendo un tema de debate, sobre todo porque desaparecieron de manera muy repentina animales que habían sobrevivido durante millones de años. Entre las posibilidades más citadas destacan el cambio climático, una pandemia, o la caza por parte de los humanos, posiblemente acabados de llegar.

    Investigaciones recientes por un grupo de genetistas encabezado por Carles Vilà indican que las cebras se separaron del linaje de los asnos (sus parientes más cercanos) en la segunda mitad del Plioceno. La evidencia del registro fósil permite determinar el momento en que se produjo esta separación de linajes con una mayor precisión. El hecho de que sólo se hayan encontrado fósiles de cebras en el continente africano implica que se produjo después de la llegada de los équidos norteamericanos a Eurasia y África, es decir, no hace más de 2,6 millones de años. El fósil más antiguo clasificado con certeza como perteneciente a una cebra es un fósil de cebra de Grevy descubierto en Turkana (Kenia).

    Intentos de domesticación

    Una cebra domesticada llevando a una persona en el este de África.

    Se ha intentado entrenar cebras como animales de montura, pues son más resistentes a las enfermedades africanas que los caballos. Aun así, la mayoría de estos intentos fracasaron, debido a la naturaleza más impredecible de las cebras y a su tendencia de dejarse llevar por el pánico cuando se ponen nerviosas. Por este motivo, se prefieren a los cebroides (cruces entre cualquier especie de cebra y un caballo, poni, asno o burro) a las cebras puras.

    Lord Rothschild con su famoso carruaje de cebras comunes, que solía conducir por Londres.

    El cuarto emperador mogol Jahangir (r. 1605-1627) encargó una pintura sobre cebras. En esta pintura, realizada por Ustad Mansur, la cebra se representa con estribos. En Inglaterra, el coleccionista de animales Lord Rothschild utilizaba a menudo cebras para mover su carruaje. En 1907, Rosendo Ribeiro, el primer médico de Nairobi (Kenia), utilizaba una cebra de montura para las visitas a domicilio. A mediados de la década del 1800, el Gobernador George Grey importó cebras a Nueva Zelanda de su antigua jurisdicción de Sudáfrica, y las utilizó para mover su carruaje a su isla privada, la Isla de Kawau.

    El Capitán Horace Hayes, en "Points of the Horse" (aprox. 1899), comparó la utilidad de las diferentes especies de cebra. Hayes puso una silla y una brida a una cebra de montaña en menos de una hora, pero no consiguió alimentarla los dos días que la tuvo. Remarcó que el cuello de la cebra era tan rígido y fuerte que no fue capaz de torcerlo en ninguna dirección. A pesar de que le enseñó a hacer lo que quería en una pista de circo, cuando la sacaba fuera era incapaz de controlarla. Encontró la cebra común fácil de domar y la consideró ideal para domesticarla, pues también es inmune a la picadura de la mosca tsé-tsé. Consideraba al quagga fácil de domesticar porque era más fuerte, manso y parecido a los caballos que las otras cebras.